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Cuando examinamos la carta de Pablo a los Filipenses, encontramos un pasaje que destaca la importancia de olvidar lo que está detrás. En Filipenses 3:13, Pablo nos anima a “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndonos a lo que está delante, seguimos adelante hacia la meta para ganar el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Este llamado de Pablo es relevante para nosotros hoy en día, ya que nos recuerda la importancia de dejar atrás las cosas del pasado y centrarnos en el propósito y la visión que Dios tiene para nuestras vidas.
La importancia de olvidar lo que está detrás
Olvidar lo que está detrás es una manera de liberarnos del peso del pasado y de las ataduras que nos impiden avanzar. El pasado puede ser una carga pesada que nos impide alcanzar nuestro potencial y vivir una vida plena y abundante. Es por eso que Pablo nos insta a olvidar las cosas que quedan atrás, porque solo así podremos avanzar hacia adelante y alcanzar la plenitud que Dios tiene para nosotros.
El significado de Filipenses 3:13-14 radica en su llamado a mantener nuestra mirada en el futuro y en las promesas de Dios. No se trata de negar o ignorar nuestro pasado, sino de no permitir que nos defina y nos impida avanzar. Pablo nos anima a dejar atrás los errores, los fracasos, los dolores, las relaciones pasadas y cualquier cosa que nos impida correr la carrera de la fe con perseverancia.
No aferrarse a relaciones pasadas
Una de las razones por las que Pablo nos insta a olvidar lo que está detrás es para que no nos aferramos a las relaciones pasadas. Las relaciones pueden ser un gran gozo en la vida, pero también pueden ser una fuente de dolor y sufrimiento. Es importante aprender a soltar las relaciones que ya no nos son saludables o que nos impiden vivir en plenitud.
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A veces, nos aferramos a relaciones pasadas porque tenemos miedo de estar solos o de enfrentar el futuro desconocido. Pero al hacerlo, nos estamos privando de la oportunidad de experimentar nuevas relaciones que pueden traer bendición y crecimiento. Olvidar las relaciones pasadas no significa ignorarlas por completo, sino liberarse emocionalmente para abrirse a nuevas oportunidades.
Superando los recuerdos y fracasos
Otro aspecto importante de olvidar lo que está detrás es la capacidad de superar los recuerdos y fracasos. Todos tenemos momentos en los que fallamos o cometemos errores, y es natural que estos eventos queden grabados en nuestra memoria. Sin embargo, es fundamental aprender a perdonarse a uno mismo y seguir adelante.
Pablo nos anima a no permitir que nuestros fracasos nos definan, sino a aprender de ellos y usarlos como oportunidades de crecimiento y transformación. Al olvidar lo que está detrás, somos capaces de liberarnos del peso de nuestros errores y mirar hacia el futuro con esperanza y determinación.
Renunciando a las tentaciones del pasado
El pasado también puede ser un lugar donde las tentaciones y las malas decisiones nos acechan. Si nos aferramos al pasado, es más probable que caigamos en los mismos patrones de pecado y conductas destructivas. Sin embargo, cuando olvidamos lo que está detrás, podemos tomar decisiones conscientes de alejarnos de las tentaciones y vivir una vida conforme a la voluntad de Dios.
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Es importante recordar que, aunque tengamos un pasado lleno de pecado y errores, tenemos la capacidad de ser transformados por la gracia de Dios. Al dejar atrás las tentaciones del pasado y enfocarnos en seguir a Cristo, podemos experimentar la libertad y la vida abundante que Él tiene para nosotros.
Corriendo la carrera de la fe sin distracciones
El llamado de Pablo a olvidar lo que está detrás también nos anima a correr la carrera de la fe sin distracciones. Vivimos en un mundo lleno de distracciones: el afán por el éxito, la presión social, las expectativas de los demás, entre muchas otras cosas. Pero si nos aferramos al pasado, nuestras mentes estarán ocupadas con lo que ya ha pasado, impidiendo que nos enfoquemos en lo que está por venir.
Cuando corremos la carrera de la fe con distracciones, corremos el riesgo de perder de vista el propósito y la visión que Dios tiene para nosotros. En lugar de eso, debemos poner nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Al hacerlo, encontraremos la dirección y el enfoque necesarios para sobrepasar las distracciones y seguir adelante en la carrera de la fe.
Manteniendo la mirada en Jesús
Para olvidar lo que está detrás y correr la carrera de la fe con éxito, es fundamental mantener nuestra mirada en Jesús. Él es nuestro ejemplo perfecto de perseverancia y fidelidad. Jesús soportó la cruz y despreció la vergüenza para cumplir el propósito de Dios para su vida.
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Cuando mantenemos nuestra mirada en Jesús, somos capaces de resistir las tentaciones, superar los obstáculos y mantenernos firmes en nuestra fe. Él nos fortalece y nos capacita para seguir adelante, incluso en medio de las dificultades y el dolor. Si deseamos experimentar el poder y la victoria que proviene de olvidar lo que está detrás, debemos mantener nuestra mirada en Jesús en todo momento.
El poder del perdón y liberación del resentimiento y el rencor
Olvidar lo que está detrás también implica el poder del perdón y la liberación del resentimiento y el rencor. A lo largo de nuestras vidas, es probable que hayamos experimentado el dolor causado por el rechazo, la traición o las injusticias. Es fácil aferrarse a estos sentimientos y permitir que el resentimiento y el rencor nos consuman.
Sin embargo, el perdón juega un papel crucial en nuestro proceso de olvidar lo que está detrás. Al perdonar a los que nos han herido, nos liberamos de la carga emocional que llevamos. No significa que lo que nos hicieron estuvo bien, sino que elegimos soltar el poder que esas emociones negativas tienen sobre nosotros.
El perdón nos libera para vivir en libertad y nos permite experimentar la paz y el gozo que solo Dios puede otorgar. Al perdonar, dejamos atrás las heridas del pasado y nos abrimos a la posibilidad de relaciones sanas y llenas de amor y gracia.
Viviendo libre de remordimiento por nuestros pecados pasados
Además de liberarnos del resentimiento y el rencor, olvidar lo que está detrás también nos permite vivir libre de remordimiento por nuestros pecados pasados. Todos hemos cometido errores y pecados en nuestra vida, y es natural que nos sintamos culpables o avergonzados por ellos. Sin embargo, el arrepentimiento sincero y el perdón de Dios nos brindan una nueva oportunidad de empezar de nuevo.
Cuando aceptamos el perdón de Dios y nos perdonamos a nosotros mismos, podemos dejar atrás el remordimiento y vivir en la libertad que nos brinda la gracia de Dios. No somos definidos por nuestros pecados pasados, sino por nuestra identidad en Cristo. Al olvidar lo que está detrás, podemos vivir en la plenitud y abundancia de la vida que Dios tiene para nosotros.
El objetivo de conocer a Cristo cada vez más
Como cristianos, nuestro objetivo final es conocer a Cristo cada vez más. Olvidar lo que está detrás es un paso necesario en este proceso, ya que nos permite deshacernos de las cosas que nos impiden crecer y profundizar en nuestra relación con Él. Al dejar atrás las cosas del pasado, nos abrimos a la posibilidad de una experiencia más profunda y significativa con Dios.
Conocer a Cristo implica pasar tiempo con Él en oración, estudio de la Biblia y comunión con otros creyentes. Es un viaje de por vida en el que aprendemos más acerca de su carácter, su amor y sus planes para nuestra vida. Al mantener nuestra mirada en Jesús y perseguir el conocimiento de Él, encontramos un propósito y una dirección verdaderos en medio de las circunstancias de la vida.
Conclusión
El mensaje de Pablo en Filipenses 3:13-14 es un recordatorio poderoso de la importancia de olvidar lo que está detrás y enfocarnos en el objetivo de seguir a Cristo. No debemos aferrarnos a relaciones pasadas, recuerdos o fracasos. Tampoco debemos permitir que las tentaciones del pasado nos detengan en nuestra carrera de la fe.
Olvidar lo que está detrás nos libera emocionalmente y nos capacita para correr con perseverancia la carrera de la fe. Manteniendo nuestra mirada en Jesús y abrazando el poder del perdón y la liberación, podemos vivir libres de remordimiento, resentimiento y rencor. Nuestro objetivo final es conocer a Cristo cada vez más y vivir en la plenitud y abundancia que Él ofrece.
Así que, siguiendo el ejemplo de Pablo, dejemos atrás las cosas del pasado y extendámonos hacia lo que está delante. Corramos la carrera de la fe con determinación y mantengamos nuestra mirada en Jesús. Enfrentemos el futuro con esperanza y confianza, sabiendo que Dios tiene grandes cosas reservadas para aquellos que le siguen fielmente.