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El concepto de remanente en la Biblia es uno que puede resultar intrigante y a veces desconocido para muchos creyentes. Sin embargo, es importante comprender su significado y relevancia en el contexto bíblico. En este artículo exploraremos el significado bíblico del remanente, examinaremos ejemplos bíblicos de remanentes, discutiremos la importancia y el propósito de los remanentes en la Biblia, y analizaremos las características de los remanentes. Además, nos sumergiremos en el tema del remanente de Dios en el Nuevo Testamento, la Iglesia como el remanente elegido por Dios y nuestra pertenencia a este remanente en Cristo.
¿Qué es un remanente según la Biblia?
En la Biblia, un remanente se refiere a un grupo de personas o una porción que queda después de un evento de juicio o destrucción. Este grupo se considera especial y apartado por Dios para propósitos sagrados. Aunque el término «remanente» puede tener una connotación de restos o sobras insignificantes, en el contexto bíblico adquiere un significado de gran importancia y valor.
Un ejemplo destacado del uso del término «remanente» se encuentra en el libro de Isaías. En este libro profético, Dios habla del juicio que caerá sobre los asirios y cómo Su pueblo, Israel, se volverá a Él como resultado de la destrucción de gran parte de Asiria. Estos elementos restantes, aquellos que se volverán a Dios, son considerados el remanente elegido por Él.
Según la Biblia, un remanente se refiere a un grupo o porción seleccionada, preservada y apartada por Dios después de un evento de juicio o destrucción. Este grupo tiene un propósito especial y es considerado valioso por Dios.
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Ejemplos bíblicos de remanentes
La Biblia ofrece varios ejemplos de remanentes, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Estos ejemplos son testimonios de Dios preservando y eligiendo a un grupo específico para cumplir Su propósito y para demostrar Su fidelidad hacia Su pueblo.
Uno de los ejemplos más conocidos se encuentra en el relato del Diluvio en el libro de Génesis. Cuando Dios decidió llevar a cabo un juicio sobre la maldad de la humanidad a través del Diluvio, Noé y su familia fueron preservados como el remanente. Dios los eligió, los protegió y los salvó de la destrucción, estableciendo con ellos un nuevo pacto y asegurando la continuidad de Su plan redentor.
En el Antiguo Testamento también encontramos el ejemplo de Lot y sus hijas. Cuando Dios destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra debido a su maldad, Lot y sus dos hijas fueron preservados como un remanente. A pesar de las circunstancias adversas, Dios los rescató y los guió a la seguridad, demostrando Su misericordia y fidelidad hacia aquellos que lo seguían.
En el libro de los Reyes, encontramos otro ejemplo en el tiempo del profeta Elías. A medida que el pueblo de Israel se alejaba de Dios y adoraba a falsos dioses, Elías pensó que él era el único remanente fiel a Dios. Sin embargo, Dios reveló que había preservado a 7,000 personas que no habían adorado a los ídolos paganos. Estos 7,000 individuos eran el remanente elegido y fiel de Dios en medio de la apostasía generalizada.
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Estos ejemplos bíblicos nos muestran cómo Dios siempre ha preservado un remanente entre Su pueblo, incluso en tiempos de juicio y apostasía. Estos remanentes son aquellos que permanecen fieles a Dios y a Su verdad, a pesar de las circunstancias adversas que los rodean.
La importancia y el propósito de los remanentes en la Biblia
La existencia de remanentes en la Biblia revela la importancia y el propósito que Dios les asigna en Su plan redentor. Aunque podríamos pensar que estos restos son insignificantes o desechos, en realidad son considerados preciosos y valiosos por Dios.
Un propósito clave de los remanentes en la Biblia es el testimonio y la manifestación de la fidelidad de Dios hacia Su pueblo. A través de ellos, Dios muestra Su capacidad para preservar y proteger a aquellos que le son fieles, incluso en medio de la adversidad y el juicio. Los remanentes también sirven como un recordatorio constante de que Dios siempre tiene un remanente fiel y escogido, y que Su amor y fidelidad hacia Su pueblo nunca fallarán.
Además, los remanentes son llamados a un propósito especial en el plan de Dios. Ellos son los que preservan la verdad y el conocimiento de Dios en medio de un mundo decadente. Su fidelidad y obediencia pueden influir en otros a volver a Dios y a Su camino. Los remanentes son luz en medio de la oscuridad, sal en medio de la corrupción y un ejemplo vivo de la obra de Dios en y a través de Su pueblo.
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Características de los remanentes en la Biblia
Los remanentes en la Biblia comparten varias características que los distinguen. Estas características nos brindan una imagen más clara de quiénes son y cómo debemos vivir como remanentes en la actualidad.
1. Fidelidad: Los remanentes son aquellos que permanecen fieles a Dios y a Su Palabra, incluso cuando otros se alejan o se comprometen. Su fidelidad es evidente a través de su obediencia y su aferramiento a la verdad.
2. Separación: Los remanentes son apartados por Dios para propósitos sagrados. A menudo se les llama a separarse de la corrupción y los ídolos del mundo, y a vivir en santidad y pureza.
3. Testimonio: Los remanentes son llamados a ser testigos de la fidelidad y el amor de Dios. Su vida y sus palabras deben reflejar el carácter y la obras de Dios, de manera que otros puedan ver y ser atraídos hacia Él a través de ellos.
4. Perseverancia: Los remanentes enfrentan desafíos y pruebas en su camino de fidelidad a Dios. Sin embargo, perseveran en su fe, confiando en la fortaleza de Dios y en Su guía para superar las dificultades.
5. Esperanza: Los remanentes tienen una esperanza firme y segura en la promesa de Dios de protección y salvación. A pesar de las circunstancias adversas, confían en que Dios está con ellos y que Su plan de redención se cumplirá.
Estas características de los remanentes nos desafían a vivir vidas de fidelidad, separación del mundo, testimonio, perseverancia y esperanza en Dios. A través de ellas, podemos desempeñar nuestro papel como parte del remanente de Dios en la actualidad.
El remanente de Dios en el Nuevo Testamento
El concepto de remanente también es relevante en el Nuevo Testamento. En Romanos 11, el apóstol Pablo habla sobre el remanente de Israel en el contexto de la salvación y la fidelidad de Dios. Pablo explica que aunque muchos judíos han rechazado a Jesús como el Mesías, Dios no ha rechazado a Su pueblo en su totalidad. Hay un remanente de judíos creyentes que ha sido preservado por la gracia de Dios. Estos judíos creyentes son reconocidos como aquellos que han puesto su fe en Jesús y que han sido salvados por Él.
La existencia de este remanente de judíos creyentes muestra la fidelidad de Dios en cumplir Sus promesas y Su plan redentor. Aunque la mayoría de los judíos hayan rechazado a Jesús, Dios ha seguido trabajando en aquellos que han respondido a Su llamado, formando así un remanente elegido para la salvación.
Además, en el libro de Apocalipsis, encontramos varias referencias a un remanente en el contexto de la iglesia. En Apocalipsis 12:17, se dice que el dragón, que representa a Satanás, se enfurece contra el remanente de la descendencia de la mujer, que guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesús. Esta descripción del remanente como aquellos que guardan los mandamientos de Dios y tienen testimonio de Jesús muestra que el remanente se refiere a aquellos que pertenecen verdaderamente a la iglesia de Cristo.
La Iglesia como el remanente elegido por Dios
La Iglesia, el cuerpo de Cristo, tiene una conexión íntima con el concepto bíblico del remanente. La Iglesia es considerada como el remanente elegido de Dios en el Nuevo Testamento. En Efesios 1:4-6, se nos dice que Dios nos ha elegido en Cristo antes de la fundación del mundo para ser santos y sin mancha delante de Él. Esta elección en Cristo nos hace parte del remanente elegido de Dios.
Como miembros de la Iglesia, somos llamados a vivir como un remanente separado y fiel. Debemos mantenernos firmes en nuestra fe y testimonio, siendo luz en medio de la oscuridad y sal en medio de la corrupción. Nuestra identidad como el remanente de Dios se encuentra en Cristo, y es a través de nuestra relación con Él que podemos cumplir nuestro propósito como remanente en la actualidad.
Nuestra pertenencia al remanente de Dios en Cristo
Como creyentes en Jesucristo, tenemos el privilegio de pertenecer al remanente de Dios en Cristo. Nuestra salvación y relación con Dios nos coloca dentro de este remanente elegido. A través de nuestra fe en Jesús, somos apartados y preservados por la gracia y el amor de Dios.
Nuestra pertenencia al remanente de Dios en Cristo implica responsabilidades y desafíos. Debemos vivir de acuerdo con las características de los remanentes mencionadas anteriormente: fidelidad, separación, testimonio, perseverancia y esperanza. Debemos permanecer fieles a Dios y Su Palabra, separarnos del pecado y del mundo, dar testimonio de Su amor y gracia, perseverar en nuestra fe a pesar de las dificultades y poner nuestra esperanza en la obra de redención de Dios en Cristo.
El significado bíblico del remanente es un concepto que podemos apreciar y aplicar a nuestras vidas como creyentes. Dios ha preservado y elegido a un grupo especial a lo largo de la historia, aquellos a quienes llama remanente. Estos remanentes son testimonio de la fidelidad de Dios y tienen un propósito especial en Su plan redentor. Como parte del remanente de Dios en Cristo, tenemos el privilegio y la responsabilidad de vivir en fidelidad, separación, testimonio, perseverancia y esperanza, reflejando el carácter de Dios y Su amor por Su pueblo.