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El libro de Zacarías es uno de los profetas menores del Antiguo Testamento. Escrito durante la época de la restauración de Jerusalén después del exilio, ofrece una mirada profunda y esperanzadora hacia el futuro de Israel. En medio de la reconstrucción física y espiritual del pueblo, Zacarías recibió diversas visiones y mensajes de parte de Dios para animar y guiar a su pueblo. Uno de estos mensajes es la profecía de «golpear al pastor» en Zacarías 13:7. Esta profecía es de gran importancia y tiene un significado simbólico profundo que se relaciona directamente con Jesucristo y su obra redentora.
Contexto del libro de Zacarías
Antes de adentrarnos en la profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7, es importante entender el contexto general del libro de Zacarías. Este profeta ejerció su ministerio en Jerusalén después del regreso del exilio en Babilonia. El pueblo de Israel se encontraba en un momento de gran desafío y lucha. Habían regresado a su tierra natal pero se enfrentaban a diversos obstáculos y adversidades para reconstruir su ciudad y su relación con Dios. En medio de este contexto, Zacarías fue levantado por Dios para animar y exhortar al pueblo a perseverar en su fe y confiar en el Señor.
La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7
En Zacarías 13:7 se registra una profecía poderosa que dice: «Despierta, espada, contra mi pastor, incluso contra el hombre que es mi compañero, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y las ovejas se dispersarán; pero volveré mi mano sobre los pequeños». Este versículo ha sido objeto de muchas interpretaciones a lo largo de la historia, y es importante analizarlo cuidadosamente para entender su significado simbólico y su relación con Jesucristo.
Significado simbólico de «golpear al pastor»
El lenguaje utilizado en esta profecía es simbólico y requiere una interpretación cuidadosa. El término «golpear al pastor» puede parecer desconcertante a primera vista, pero cuando entendemos que el pastor representa a Jesucristo, todo se aclara. Jesús mismo se identificó como el Buen Pastor en el Nuevo Testamento, y su misión era apacentar a las ovejas, es decir, cuidar y proteger a su pueblo. La profecía de golpear al pastor, entonces, se refiere a la muerte sacrificial de Jesús en la cruz.
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Jesús, el Hijo de Dios encarnado, enfrentó la muerte en la cruz para redimir a la humanidad del pecado y restaurar la relación entre Dios y el hombre. Fue herido y golpeado físicamente, pero también sufrió espiritualmente el peso de nuestros pecados. La cruz fue el instrumento utilizado para golpear al pastor, pero en esa misma herida se encuentra la salvación para aquellos que creen en Él.
Relación con Jesucristo como el Buen Pastor
La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 encuentra su cumplimiento pleno en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Él es el Buen Pastor que dio su vida por las ovejas. En Juan 10:11, Jesús dijo: «Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas». En este versículo, Jesús deja claro que él es el cumplimiento de la profecía de Zacarías.
Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo para buscar y salvar a los perdidos. A través de su vida perfecta, su muerte sacrificial y su resurrección, Jesús se convirtió en el pastor-Redentor que es capaz de salvar a toda persona que confía en Él. Su muerte en la cruz fue el acto supremo de amor y sacrificio, demostrando su compromiso inquebrantable con su pueblo y su deseo de restaurar la relación con Dios.
La dispersión de las ovejas y su significado
La segunda parte de la profecía de Zacarías 13:7 habla de que las ovejas se dispersarán después de que el pastor sea golpeado. Esta parte de la profecía encuentra su cumplimiento en la negación de Pedro y la dispersión temporal de los discípulos después del arresto de Jesús. En Mateo 26:31, Jesús les dijo a sus discípulos: «Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas». Esta cita directa de Zacarías 13:7 muestra claramente cómo Jesús se identifica a sí mismo como el cumplimiento de la profecía.
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La dispersión de las ovejas también puede entenderse como un símbolo de la dispersión del pueblo de Israel después de la muerte y resurrección de Jesucristo. Desde la destrucción del Templo en el año 70 d.C., los judíos han estado dispersos por todo el mundo, sufriendo persecuciones y dificultades. Sin embargo, la profecía de Zacarías habla de una restauración futura para el remanente de Israel y el establecimiento del reino de Jesucristo sobre la tierra.
Jesús y la cita de esta profecía en relación a su arresto y a la negación de Pedro
La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 fue citada por Jesús justo antes de su arresto y crucifixión. En Mateo 26:31, durante la última cena, Jesús predijo que sus discípulos se escandalizarían de él esa noche y los ovejas se dispersarían. Pedro, quien era conocido por su valentía y fervor, negó a Jesús tres veces antes del amanecer. Esto cumplió la profecía de la dispersión temporal de las ovejas.
La cita de Zacarías 13:7 por parte de Jesús muestra su pleno conocimiento y aceptación de su misión redentora. Él sabía que debía enfrentar la muerte en la cruz para salvar a la humanidad, y citar esta profecía fue una forma de reafirmar su confianza en el plan de Dios. Aunque las ovejas se dispersarían temporalmente, Jesús sabía que su muerte y resurrección eventualmente traerían restauración y reconciliación para su pueblo.
La muerte de Jesús y su impacto en la reconciliación con Dios
La muerte de Jesús en la cruz es el evento central de la fe cristiana, y su significado va mucho más allá de un simple acto de martirio. A través de su muerte sacrificial, Jesús hizo posible la reconciliación entre el hombre y Dios. Como el Cordero de Dios sin mancha, Jesús se convirtió en el sacrificio perfecto que pagó el precio por nuestros pecados y nos abrió el camino hacia la salvación.
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La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 muestra que la muerte de Jesús fue parte del plan divino para traer salvación y redención al mundo caído. Fue a través de su muerte en la cruz que nuestros pecados fueron expiados y nuestra relación con Dios fue restaurada. Como dice el apóstol Pedro en 1 Pedro 2:24, «quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados».
La muerte de Jesús fue el golpe final al pastor, pero en esa herida encontramos nuestra sanidad y salvación. Su muerte y resurrección nos ofrecen la oportunidad de recibir el perdón de nuestros pecados y tener una relación restaurada con Dios.
La purificación del pueblo y la restauración de la relación con Dios
La profecía de Golpear al pastor en Zacarías 13:7 no solo habla de la muerte de Jesús y la dispersión temporal de las ovejas, también habla de la purificación y restauración del pueblo de Dios. En Zacarías 13:9, el versículo siguiente a la profecía del golpe al pastor, Dios declara: «Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios».
Este versículo habla de un proceso de purificación que ocurrirá después de la dispersión de las ovejas. Dios purificará a su pueblo y los llevará a través del fuego para refinarlos y purificarlos como se purifica la plata y el oro. Este proceso de purificación es necesario para restaurar la relación con Dios y preparar al pueblo para su restauración final.
La muerte de Jesús en la cruz abrió el camino para esta purificación y restauración. Su sacrificio perfecto y su resurrección victoriosa ofrecen la oportunidad de ser purificados de nuestros pecados y restaurados a una relación íntima con Dios. A través de la fe en Jesucristo, podemos experimentar la purificación y la restauración prometidas en la profecía de Zacarías.
La restauración del remanente de Israel y el reinado de Jesucristo
Además de hablar de la muerte de Jesús y la purificación del pueblo, la profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 también habla de la restauración final del remanente de Israel y el reinado de Jesucristo sobre la tierra. En Zacarías 14:9, al final del libro, leemos: «Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será único, y único su nombre». Esta es una profecía poderosa que habla del futuro reinado del Mesías sobre todas las naciones.
Cuando Jesús regrese en su segunda venida, establecerá su reino eterno y gobernará con justicia y amor. En ese día, todas las promesas de salvación y restauración para Israel y para toda la humanidad se cumplirán plenamente. La restauración del remanente de Israel será completa y Jesucristo reinará como el único y verdadero Rey sobre toda la tierra.
Conclusiones y aplicación del mensaje de Zacarías 13:7 en la fe cristiana
La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 es una poderosa revelación de la obra redentora de Jesucristo y su significado para la fe cristiana. A través de su muerte sacrificial y su resurrección, Jesús cumplió la profecía y abrió el camino para la reconciliación con Dios. Su muerte en la cruz purifica al pueblo y restaura la relación con Dios.
Esta profecía nos habla del amor y la misericordia infinita de Dios hacia su pueblo. También nos enseña la importancia de reconocer a Jesucristo como el Buen Pastor que dio su vida por las ovejas. A través de su sacrificio, podemos recibir perdón y salvación, y experimentar una relación íntima con Dios.
La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 también nos habla de la esperanza de una restauración final para el remanente de Israel y el establecimiento del reino de Jesucristo sobre toda la tierra. Esto nos insta a mirar hacia el futuro con esperanza y confianza en las promesas de Dios.
Como creyentes, debemos aplicar el mensaje de Zacarías 13:7 a nuestras vidas diarias. Debemos reconocer a Jesucristo como nuestro Buen Pastor y seguir sus enseñanzas. Debemos vivir vidas de sacrificio y amor, siguiendo el ejemplo de Jesús. También debemos esperar con paciencia y anticipación la segunda venida de Cristo y trabajar para difundir su evangelio a todas las naciones.
La profecía de golpear al pastor en Zacarías 13:7 es una poderosa confirmación de la obra redentora de Jesucristo y su impacto en la relación entre Dios y el hombre. A través de su muerte y resurrección, Jesús cumplió esta profecía y abrió el camino para la reconciliación y la salvación. Como creyentes, debemos vivir en la realidad de esta profecía, confiando en el amor y la fidelidad de Dios, y compartiendo la buena noticia de la salvación a todo aquel que aún no conoce a Jesús como su Buen Pastor.