¿Por qué Jesús llamó hijo del infierno a los fariseos en Mateo 23:15?

¡Descubre la sabiduría eterna de una manera divertida y accesible!.

Haz clic en la imagen para obtener la Biblia para niños ilustrada, una versión especial que hará que los más pequeños se enamoren de las historias divinas.


Biblia completa ilustrada para niños

En el capítulo 23 del Evangelio de Mateo, encontramos un pasaje en el que Jesús dirige fuertes palabras hacia los fariseos y maestros de la ley. En particular, llama a estos líderes religiosos «hijos del infierno». Esto puede resultar chocante y generar interrogantes sobre el contexto y significado de esta expresión. En este artículo, exploraremos detalladamente estos temas y reflexionaremos sobre su importancia en nuestra vida espiritual.

Contexto de Mateo 23:15

Para comprender plenamente el significado de la expresión «hijos del infierno» en Mateo 23:15, es necesario tener en cuenta el contexto en el que Jesús pronunció estas palabras. En este capítulo, Jesús confronta a los fariseos y maestros de la ley por su hipocresía y maldad. Los acusa de enfocarse más en cumplir con los rituales y aparentar justicia externa, en lugar de tener un corazón verdaderamente arrepentido y buscar la voluntad de Dios (Mateo 23:25-28).

Jesús denuncia específicamente la práctica de los fariseos de hacer prosélitos, es decir, de tratar de convertir a otras personas a su sistema de creencias. Sin embargo, Jesús les señala que, en lugar de conducir a estas personas hacia la verdad y la vida eterna, los fariseos los hacen «hijos del infierno, dos veces más que ustedes» (Mateo 23:15). Esta declaración enfatiza la seriedad de la situación y el juicio que enfrentan aquellos que siguen la enseñanza errónea y la hipocresía de los fariseos.

Significado de «hijos del infierno» en el contexto bíblico

La expresión «hijos del infierno» empleada por Jesús en Mateo 23:15 tiene un significado especial dentro del contexto bíblico. En la Biblia, el término «infierno» o «gehenna» se refiere al lugar de castigo eterno reservado para aquellos que rechazan a Dios y su salvación. Es un lugar de tormento y separación de Dios, con consecuencias eternas para aquellos que llegan a su destino.

Tal vez te interesa¿Por qué Jesús no escribió libros en la Biblia?

Cuando Jesús llama a los fariseos «hijos del infierno», está destacando el hecho de que su enseñanza y sus acciones los están conduciendo a ese destino desastroso. Su hipocresía, su búsqueda de justificación propia a través de obras y su falta de verdadera fe los alejan de la gracia salvadora de Dios. Como resultado, su rechazo a Jesús como el Mesías y Salvador les garantiza una posición como «hijos del infierno».

Es importante tener en cuenta que Jesús no está pronunciando un juicio final sobre ellos, sino advirtiéndoles sobre las consecuencias de sus acciones. Su propósito al llamarlos «hijos del infierno» es instar a los fariseos y a todos los que escuchan sus palabras a reflexionar sobre el camino que están tomando y a buscar el arrepentimiento y la fe en Jesús como único camino de salvación.

La hipocresía y maldad de los fariseos y maestros de la ley

Uno de los principales motivos por los cuales Jesús llama a los fariseos «hijos del infierno» es su hipocresía. Estos líderes religiosos se destacaban por su aparente cumplimiento riguroso de la ley de Moisés y su estricta observancia de las tradiciones religiosas. Sin embargo, Jesús revela que en sus corazones hay maldad y una falta de verdadero amor hacia Dios y hacia los demás.

En Mateo 23:3-4, Jesús les dice a sus discípulos y a la multitud que los fariseos enseñan la ley de Moisés, pero ellos mismos no la cumplen. Son hipócritas porque exigen de los demás lo que ellos mismos no son capaces de hacer. Su motivación es más aparentar rectitud y ganar elogios de los demás, que vivir genuinamente en obediencia a Dios.

Tal vez te interesa¿Por qué Jesús se refirió a James y John como los hijos del trueno?¿Por qué Jesús se refirió a James y John como los hijos del trueno?

Además de su hipocresía, los fariseos también son culpables de maldad en su trato con los demás. Jesús les acusa de devorar las casas de las viudas y hacer largas oraciones como una forma de aparentar piedad (Mateo 23:14). Estas acciones revelan su falta de amor y compasión por aquellos que son vulnerables y su deseo de aprovecharse de ellos en lugar de ayudarles.

Rechazo de la salvación de Dios

Otro motivo por el cual Jesús llama a los fariseos «hijos del infierno» es su rechazo de la salvación de Dios. A pesar de su supuesta rectitud y conocimiento de la ley, los fariseos no reconocen a Jesús como el Mesías prometido. En lugar de abrir sus corazones y recibir la gracia y el perdón que Él ofrece, tratan de justificarse a sí mismos a través de sus obras y tradiciones.

Los fariseos ven la salvación como algo que se gana a través del cumplimiento de la ley y de las tradiciones religiosas. En su afán de alcanzar la justicia propia, pasan por alto la esencia misma de la salvación: la fe en Jesús como el único camino para reconciliarse con Dios. Este rechazo de la salvación de Dios y la confianza en sus propias obras les aleja del amor y la misericordia de Dios, dejándolos en la senda del juicio y la perdición eterna.

Impedimento a otros para entrar en el reino de los cielos

Jesús llama a los fariseos «hijos del infierno» también debido a su influencia negativa en aquellos a quienes intentan convertir. En lugar de guiar a otros hacia la verdad y el reino de los cielos, los fariseos los alejan aún más de la vida abundante que Cristo ofrece. Jesús advierte que, al hacer prosélitos, los fariseos los hacen «hijos del infierno, dos veces más que ustedes» (Mateo 23:15).

Tal vez te interesa¿Por qué Lázaro fue al seno de Abraham?¿Por qué Lázaro fue al seno de Abraham?

La enseñanza errónea y la hipocresía de los fariseos llevan a aquellos que los siguen por un camino equivocado. En lugar de conducirlos hacia la gracia y el perdón de Dios, los fariseos los sumergen en un sistema legalista que solo produce condenación y lejos está del amor de Dios. Esta realidad inquietante pone de manifiesto la responsabilidad de los líderes religiosos y nos invita a reflexionar sobre nuestra propia influencia en aquellos que nos rodean.

El destino de aquellos que rechazan a Jesús como Salvador

La expresión «hijos del infierno» utilizada por Jesús en Mateo 23:15 nos confronta con la realidad de que aquellos que rechazan a Jesús como Salvador enfrentan un destino oscuro y eterno. Aquellos que no confían en su sacrificio en la cruz y no se arrepienten de su pecado están condenados a enfrentar las consecuencias de sus propias acciones sin el perdón y la redención que solo Cristo puede ofrecer.

En la Biblia, se nos enseña claramente que el único camino para la salvación y la vida eterna es a través de la fe en Jesús (Juan 14:6). Aquellos que no creen en Él, sino que confían en su propia justicia y buenas obras, se excluyen a sí mismos del reino de los cielos.

El rechazo de Jesús como Salvador tiene consecuencias eternas y la Biblia nos advierte sobre la realidad del infierno como un lugar de tormento y separación de Dios. Es importante tener en cuenta que Dios no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan y encuentren la vida en Él (2 Pedro 3:9). Sin embargo, la elección de cada individuo de rechazar o aceptar la salvación tendrá un impacto eterno en su destino final.

El perdón de Cristo y su importancia en evitar ser hijos del infierno

Afortunadamente, la declaración de Jesús de que los fariseos son «hijos del infierno» no es el mensaje final. A lo largo de su ministerio, Jesús enfatiza la importancia del arrepentimiento y ofrece perdón y salvación a todos aquellos que creen en Él.

A pesar de que los fariseos rechazan su mensaje y resisten su amor, Jesús continúa ofreciendo su gracia y perdón a todos. Su muerte sacrificial en la cruz es suficiente para cubrir los pecados de toda la humanidad y reconciliarnos con Dios. Solo a través de una fe en Jesús y su obra en la cruz podemos evitar ser «hijos del infierno» y ser recibidos como hijos adoptivos de Dios en el reino de los cielos.

El perdón de Cristo es una invitación abierta a todos, sin importar nuestro pasado o nuestros errores. Su gracia es suficiente para cubrir cualquier pecado y su amor nos transforma desde adentro. Si nos arrepentimos sinceramente de nuestros pecados, confiamos en Jesús como nuestro Salvador y buscamos seguir sus enseñanzas, podemos experimentar la vida abundante y la eternidad en su presencia.

En lugar de confiar en nuestras propias obras y justicia, debemos reconocer que solo Jesús puede salvarnos. Ninguna cantidad de obras o tradiciones religiosas pueden asegurar nuestra salvación. Solo a través de la fe en Jesús y su gracia salvadora podemos encontrar la paz y la esperanza eterna.

Conclusiones y reflexiones sobre el tema

La expresión «hijos del infierno» utilizada por Jesús en Mateo 23:15 nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y nuestra actitud hacia la salvación que Él ofrece a través de Jesús. Nos confronta con la realidad de que rechazar a Jesús como Salvador y confiar en nuestras propias obras nos lleva por un camino de condenación y lejos de la gracia de Dios.

Es crucial reconocer nuestra necesidad de arrepentimiento y aceptar el perdón que Jesús ofrece. Solo a través de su obra en la cruz podemos evitar ser «hijos del infierno» y encontrar la vida eterna en su presencia.

Además, el pasaje de Mateo 23:15 nos desafía a evaluar nuestra propia influencia en los demás. ¿Estamos conduciendo a otros hacia Jesús y el reino de los cielos, o estamos alejándolos con nuestras actitudes y acciones hipócritas? Como seguidores de Cristo, debemos reflejar su amor y gracia en todo lo que hacemos, y estar dispuestos a guiar a otros hacia Él.

La expresión «hijos del infierno» utilizada por Jesús en Mateo 23:15 es un recordatorio impactante de la importancia de nuestra relación con Dios y la salvación que se encuentra solo en Jesús. Nos desafía a evaluar nuestro propio corazón y nuestras acciones, y nos anima a buscar el perdón y la redención que solo Él puede ofrecer. Que reflexionemos sobre estas verdades y vivamos en obediencia a Dios, confiando en su gracia y amor para evitar ser «hijos del infierno» y ser recibidos como hijos adoptivos en su reino eterno.

¡Descubre la sabiduría eterna de una manera divertida y accesible!.

Haz clic en la imagen para obtener la Biblia para niños ilustrada, una versión especial que hará que los más pequeños se enamoren de las historias divinas.


Biblia completa ilustrada para niños

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *