¿Quién fue el último rey de Israel según la Biblia? Esta es una pregunta que ha despertado la curiosidad de muchos estudiosos de la historia bíblica. El último rey de Israel fue Hoshea, cuyo reinado estuvo marcado por la caída y destrucción del reino del norte. En este artículo exploraremos en detalle quién fue Hoshea y cuál fue su papel en la historia de Israel, así como los eventos que llevaron a la desaparición del reino del norte y su posterior cautiverio. Descubriremos las razones detrás de la destrucción de Israel según la Biblia y la promesa de Dios de preservar a su pueblo y hacerlos regresar a la tierra prometida.
Hoshea y su papel en la historia de Israel
Hoshea fue el último rey de Israel antes de su destrucción. Su reinado comenzó en el año 732 a.C., sucediendo al rey Pekah, a quien asesinó para acceder al trono. Hoshea gobernó durante nueve años, y durante su reinado Israel experimentó un periodo tumultuoso y lleno de dificultades. Fue durante su gobierno que Israel finalmente cayó en manos de los asirios, poniendo fin al reino del norte.
El reino del norte de Israel antes del reinado de Hoshea
Antes de la llegada de Hoshea al trono, el reino del norte de Israel había pasado por una serie de cambios y desafíos. El reino se había establecido tras la división del reino unificado de Israel, que ocurrió después de la muerte de Salomón. El reino del norte, también conocido como Israel o Efraín, tenía Samaria como su capital y estaba compuesto por diez de las tribus de Israel. Durante su existencia, el reino del norte sufrió numerosas invasiones y conflictos con otras naciones vecinas, lo que debilitó su estructura y provocó inestabilidad política.
El asesinato del rey Pekah y la subida al trono de Hoshea
El reinado de Pekah, uno de los antecesores de Hoshea, estuvo lleno de conflictos y desobediencia a Dios. La Biblia relata que Pekah gobernó con crueldad y opresión, lo que ocasionó la desaprobación divina. Fue en este contexto que Hoshea, uno de los capitanes del ejército de Pekah, decidió conspirar contra su rey para tomar el poder. Hoshea asesinó a Pekah en el año 732 a.C. y se autoproclamó rey, marcando así el comienzo de su reinado y el final del gobierno de Pekah.
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El reinado de Hoshea estuvo marcado por una continua amenaza de los asirios. Durante su gobierno, Hoshea intentó mantener una relación diplomática con Asiria, pagando tributos y buscando su favor para asegurar la estabilidad de su reino. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, los asirios no mostraron misericordia y en el año 722 a.C. invadieron el territorio de Israel.
Los asirios sitiaron la ciudad de Samaria, la capital del reino del norte, y la tomaron después de un largo y duro asedio. Hoshea fue arrestado y llevado cautivo a Asiria, junto con gran parte de la población de Israel. Este evento marcó el fin de la existencia del reino del norte y la desaparición de Israel como entidad política en la región.
¿Cuál fue la razón detrás de la destrucción de Israel según la Biblia?
La Biblia presenta varias razones detrás de la destrucción de Israel. Una de ellas es la idolatría y la adoración a otros dioses que se había extendido entre el pueblo. A lo largo de los años, Israel había abandonado al Dios de sus padres y se había entregado a la adoración de ídolos y prácticas paganas. Esto provocó la indignación de Dios, quien decidió castigar a su pueblo por su rebelión y desobediencia.
Además de la idolatría, Israel también había experimentado corrupción y opresión en su gobierno. Los reyes anteriores a Hoshea, como Pekah, habían gobernado con crueldad y abuso de poder, lo que había llevado a la desaprobación divina. La Biblia describe el juicio de Dios como una consecuencia natural de la maldad y la iniquidad que había prevalecido en el reino del norte.
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Después de la caída del reino del norte, el reino de Judá, que incluía a las tribus de Judá y Benjamín, continuó existiendo por un tiempo más. Sin embargo, también enfrentó amenazas y desafíos constantes, especialmente por parte de los babilonios. El rey de Babilonia, Nabucodonosor, llevó a cabo una serie de campañas militares contra Judá, que resultaron en la caída de Jerusalén y la destrucción de su templo en el año 586 a.C.
Como resultado de estas derrotas, el pueblo de Judá fue llevado cautivo a Babilonia. Este periodo de cautiverio, conocido como el exilio babilónico, duró aproximadamente 70 años. Durante este tiempo, el pueblo de Judá sufrió grandes dificultades y aflicciones. Fueron separados de su tierra, su templo fue destruido y se encontraron en una situación de servidumbre bajo el dominio babilonio.
La promesa de Dios de preservar a su pueblo y su retorno a la tierra prometida
Sin embargo, a pesar de su cautiverio, Dios no abandonó a su pueblo. A lo largo de los libros proféticos del Antiguo Testamento, se encuentran numerosas promesas de Dios de restaurar a su pueblo y hacerlos regresar a la tierra prometida. Dios prometió enviar un libertador, un Mesías, quien traería redención y restauración a Israel.
Esta promesa se cumplió en parte cuando el rey persa Ciro permitió que los judíos regresaran a su tierra y reconstruyeran el templo en Jerusalén. Aunque el regreso no fue completo y el pueblo todavía se enfrentó a desafíos, este fue un paso crucial hacia la cumplimiento de las promesas de Dios.
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