Ser separados y salir de entre ellos (2 Corintios 6:17)

El pasaje de 2 Corintios 6:17 ha sido objeto de debate y reflexión a lo largo de los siglos. En este verso, el apóstol Pablo hace un llamado a los creyentes en Corinto a separarse de la idolatría y la inmoralidad sexual. Para entender completamente el significado de este versículo, es importante examinar su contexto bíblico, así como las palabras clave utilizadas por Pablo. Además, es fundamental comprender cómo este llamado a la separación se relaciona con el pasaje de Isaías al que hace referencia. A lo largo de este artículo, exploraremos estos temas y profundizaremos en la importancia de este mandato para los creyentes en la actualidad.

El contexto bíblico de 2 Corintios 6:17

2 Corintios es una carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia en Corinto. En esta carta, Pablo aborda varios temas, como el liderazgo, la generosidad y la reconciliación. En el capítulo 6, Pablo se dirige específicamente a los creyentes en Corinto y les anima a no recibir la gracia de Dios en vano. Luego, en el versículo 14, Pablo escribe: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos. Porque ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?»

El llamado a separarse de la idolatría

En el versículo 17, Pablo continúa con su llamado a la separación, diciendo: «Por lo tanto, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré vuestro Padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso». En este pasaje, Pablo hace referencia a una cita del libro de Isaías, específicamente del capítulo 52, versículo 11.

El fundamento en el pasaje de Isaías

Isaías 52:11 dice: «Salid de en medio de ella, pueblo mío, y escapaos cada uno de la mano de Jehová, en rectitud y en justicia», esto habla del regreso de los israelitas del exilio en Egipto. La separación de la idolatría y la inmoralidad sexual se basa en el mandamiento de Dios a su pueblo para que se aparten de las prácticas pecaminosas de las naciones a su alrededor. Al citar este pasaje, Pablo está recordando a los creyentes en Corinto que, al igual que los israelitas, deben separarse del pecado y actuar en rectitud y justicia.

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La separación como no aislamiento total

Es importante tener en cuenta que el llamado de Pablo a la separación no implica un aislamiento total de los no creyentes. En lugar de eso, se trata de una separación de la participación en el pecado. Los creyentes deben evitar la compañía y la asociación con aquellos que persisten en prácticas idolátricas e inmorales. Esta separación no se trata de rechazar a las personas, sino de rechazar su estilo de vida pecaminoso.

Cautela en las relaciones con los incrédulos

En nuestra vida como creyentes, debemos ser cautelosos en nuestras relaciones con los incrédulos. No debemos dejarnos influenciar por sus prácticas pecaminosas, sino más bien influir positivamente en ellos. Sin embargo, esto requiere discernimiento y sabiduría. No podemos comprometer nuestra fe y valores cristianos en nombre de la amistad o la aceptación social.

Es importante recordar que cada creyente tiene un llamado específico y una misión única en el mundo. Al interactuar con los incrédulos, debemos ser conscientes de nuestro impacto y cómo nuestras acciones y palabras pueden reflejar la verdad y el amor de Cristo. Debemos ser luz en la oscuridad, sal en un mundo insípido y mostrar el amor de Dios a través de nuestras vidas.

Evitar la influencia negativa del mundo

El mundo en el que vivimos está lleno de influencias negativas que pueden desviar a los creyentes de la fe y la santidad. La cultura popular, los medios de comunicación y las ideologías seculares pueden tener un impacto significativo en nuestra forma de pensar y actuar. Es por eso que es esencial tomar medidas para evitar la influencia negativa del mundo.

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Esto implica ser selectivos en cuanto a lo que vemos, escuchamos y leemos. Debemos estar atentos a los mensajes que recibimos y evaluarlos a la luz de la Palabra de Dios. No debemos consumir contenido que promueva la inmoralidad o la idolatría. En cambio, debemos llenar nuestras mentes con la verdad de Dios y buscar la comunión con otros creyentes que compartan nuestros valores y convicciones.

Discerniendo cómo influir en el mundo sin ser influenciado

Como creyentes, estamos llamados a influir en el mundo que nos rodea, pero sin ser influenciados por él. Esta es una tarea desafiante que requiere firmeza y discernimiento.

Para influir en el mundo sin ser influenciados, debemos vivir nuestras vidas de acuerdo con los principios y valores bíblicos. Debemos ser conscientes de nuestras acciones y decisiones, y asegurarnos de que estén alineadas con la voluntad de Dios. Esto significa que debemos ser diligentes en nuestra vida de oración, estudiar la Biblia regularmente y buscar el consejo sabio de otros creyentes.

Además, debemos estar dispuestos a defender nuestra fe y nuestras convicciones, incluso cuando enfrentemos oposición o críticas. Esto no significa ser arrogantes o intolerantes, sino más bien estar firmes en la verdad y la justicia. Debemos vivir de manera coherente con nuestra fe y ser testimonios vivientes del amor y la gracia de Dios.

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Conclusión

El versículo 2 Corintios 6:17 es un llamado a la separación de la idolatría y la inmoralidad sexual. Este llamado está fundamentado en el pasaje de Isaías que habla del regreso de los israelitas del exilio en Egipto. La separación no implica aislamiento total de los no creyentes, sino más bien una separación de la participación en el pecado y una cautela en las relaciones con los incrédulos. Al discernir cómo influir en el mundo sin ser influenciados, debemos vivir nuestras vidas de acuerdo con los principios y valores bíblicos, evitando la influencia negativa del mundo. Como creyentes, estamos llamados a ser luz y sal en un mundo oscuro y sin sabor, mostrando el amor y la verdad de Dios a través de nuestras vidas.